Planeación participativa: Delineando la política pública con visión ciudadana
Durante las últimas semanas, en distintos municipios del estado de Coahuila se han instrumentado los procesos de integración de los planes municipales de desarrollo, lo que ha abierto espacios de consulta a la ciudadanía para conocer la perspectiva social.
El Código Municipal del Estado de Coahuila establece la necesidad de considerar las demandas de los distintos sectores de la población de cada municipio para estar en condiciones de atenderlas en la visión de la administración municipal para su gestión.
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Evidentemente, esto no es tarea fácil. Cada persona tiene una visión del municipio en el que vive, desde su experiencia personal, laboral, profesional, académica, entre otras. Pero esta complejidad y abundante diversidad de perspectivas no son una mala noticia.
Por el contrario, en su riqueza se encuentra el activo más importante para darle forma a la hoja de ruta que orientará las actividades gubernamentales por el período constitucional. Para ello es necesario dar forma a procesos participativos incluyentes y eficientes.
Esta tarea tiene lugar durante los primeros cuatro meses de la gestión municipal, lo que implica una doble tarea: tomar las riendas del Ayuntamiento después de un ejercicio de transición con la administración saliente y la construcción del nuevo instrumento de planeación.
Para lo segundo se tienen diversos activos de gran valor. Se cuenta con la sensibilidad de las inquietudes que se recogieron a lo largo y ancho del municipio durante los recorridos de campaña, así como la visión de municipio que integró la plataforma electoral.
Así, pasada ya la dinámica y la efervescencia de las elecciones, se abre la posibilidad de construir una visión colectiva, que se muestre amplia e incluyente, en la que se vean reflejadas con claridad las perspectivas de desarrollo de todos los sectores municipales.
En este sentido, los foros de consulta son momentos de gran relevancia para, a través de un ejercicio abierto de diálogo ciudadano, lograr una radiografía aún más detallada de la realidad municipal. Todas las voces deben encontrar en esos foros un espacio útil.
La convocatoria a los distintos sectores es fundamental para garantizar resultados óptimos de estos ejercicios participativos. Todas y todos deben tener la oportunidad de expresarse, por lo que la oportuna y amplia difusión de la convocatoria es vital.
Es importante que, dentro de la metodología para el desarrollo de los momentos de escucha a la ciudadanía, se considere material pertinente y actualizado para contextualizar los temas, mismo que se extraiga del diagnóstico realizado para el plan.
En este sentido, es necesario recurrir a fuentes oficiales, a efecto de garantizar la utilidad de la información usada y la congruencia de las propuestas que se realicen con la realidad observada en los referentes estadísticos, como INEGI, CONAPO y CONEVAL.
Los tiempos destinados al proceso de consulta también son de gran relevancia. El contar con suficiente oportunidad para que cada quien se exprese ayudará al mayor detalle de las propuestas y a sustentar mejor las razones de las perspectivas compartidas.
Esto también precisa de distribuir las oportunidades de participación de manera equitativa y razonable, evitando que una sola persona o un grupo en particular monopolice la conversación. El apoyo con moderadores de mesa es fundamental para este propósito.
El ejercicio de relatorías es particularmente importante. No sólo ayuda a condensar y estructurar lo compartido durante el diálogo dentro del proceso de consulta, sino que además favorece la visualización de los puntos más destacados dentro de los identificados.
La recolección de las aportaciones de manera escrita y organizada ayudará a contar, además de con las opiniones y propuestas ciudadanas, con datos de gran valor estadístico para conocer la diversidad de participación ciudadana en el ejercicio.
Es muy conveniente disponer de otros canales de recepción de propuestas, ya sean digitales o físicos, que permitan una todavía mayor amplitud de la participación ciudadana, aprovechando la utilización de buzones, formularios en línea, entre otros.
Para el trabajo de sistematización de la información resultante, conviene poner especial atención en la integración completa y ordenada de los insumos recogidos, así como la congruencia narrativa de la redacción final de propuestas y perspectivas municipales.
Cada vez es más claro que la apertura de gobiernos locales a la participación ciudadana debe ser un valor siempre presente. Hacer patente la voluntad ciudadana en la planeación local es una condición necesaria para un futuro posible.
jruiz@imaginemoscs.org